La bombilla ideal es clave para disfrutar de un buen mate. Debe ser de acero inoxidable o alpaca para evitar que el sabor del mate cambie. Busca una bombilla con filtro fino, que evita que se tape con la yerba, y un diseño cómodo para cebar sin esfuerzo. Recuerda limpiar la bombilla después de cada uso para que mantenga su funcionalidad y el mate siga sabiendo perfecto.
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La bombilla es esencial para poder disfrutar del mate. Se trata de una pieza metálica en forma de tubo delgado que permite sorber la infusión de yerba mate, y cuyas características son clave para el ritual del mate.
Esta especie de “sorbete”, especialmente diseñado para tomar mate, se adapta a la pared del cuenco y filtra la yerba (hojas y palos) con cada sorbo, permitiendo el paso fluido del líquido por un recorrido de 15-20 centímetros hasta la boca.
La bombilla consta de varias partes. Pico: la parte que tiene contacto con los labios, de forma inclinada. Cuello: tubo por donde pasa el líquido, puede venir en diferentes formas. Filtro: está en la base e impide el paso de las hojas de yerba mate.
Una bombilla de buena calidad puede durar muchas décadas y acompañar muchos buenos momentos. Hay varios factores a tener en cuenta: material: la alpaca, la plata y el acero inoxidable ofrecen óptima calidad y durabilidad por su alto grado de pureza y falta de porosidad. Estas bombillas no alteran el sabor de la yerba mate. Filtro: el más recomendando es el “tipo almendra”, que se adapta a la pared del mate; y el de resorte que deja fluir muy bien el agua. Pico: las bombillas con un pico ancho y aplanado permiten que el líquido llegue con más fluidez y naturalidad al paladar.
Un consejo importante que es determinante para aprovechar todas las bondades de una buena bombilla: una vez que se introduce en la yerba, debe descansar allí y no moverse de ningún modo, para así fijar la yerba y filtrar el agua perfectamente.
Una bombilla limpia se conserva muy bien. Además del lavado cada vez que se utiliza, se recomienda lavarla en profundidad una vez al mes, sumergiéndola en agua hirviendo durante 30 minutos (opcionalmente se puede agregar bicarbonato de sodio). Luego se limpia por dentro con un cepillo delgado para eliminar los restos de yerba.