Los beneficios de la yerba mate fueron descubiertos 3000 años A.C.; pero su creciente popularidad se ha fortalecido a través de la historia gracias a sus innumerables beneficios y su importancia cultural.
El mate es la infusión predilecta en Argentina, Uruguay, Paraguay y hasta algunas regiones de Brasil. Por su particular preparación y forma de compartirse; esta bebida es considerada incluso un patrimonio cultural en esos países; pero también gracias a sus incontables beneficios ha ido poco a poco cruzando fronteras hacia otros continentes y ganando un puesto en la lista de las mejores bebidas del mundo. Pero para entender su creciente significado y su trascendencia, es necesario conocer primero su historia y su origen.
Según el libro “Caá Porã: El Espíritu de la yerba mate” publicado por el Establecimiento Las Marías; el descubrimiento de la yerba mate puede atribuirse a la etnia de los Kaingang unos 3000 años a.C.; quienes consumían la planta cruda.
Sin embargo, fueron los guaraníes (indígenas nativos que estaban en algunos países de Sudamérica) quienes se dedicaron a explotar los beneficios de la yerba mate y quienes perfeccionaron el método y proceso de consumo, colocando las hojas en una calabaza con agua y sorbiendo el líquido mediante bombillas hechas de caña. De hecho, la palabra “mate” viene del guaraní “Caa-mate”: “Caa” sería planta o hierba, y “mate” se refiere a la calabaza donde la bebían. Sabían además de su valor nutritivo y se cree que en ocasiones masticaban directamente las hojas.
Pero, además de apreciar las bondades nutricionales de la yerba mate, la veneraban como un regalo sagrado de los dioses con un significado especial y espiritual. Le rendían culto y creían que al beber mate, bebían el poder de la selva. Gracias a todo ese valor que los guaraníes atribuyeron a la yerba mate; se convirtió en una moneda de intercambio con otros pueblos prehispánicos: incas, charrúas, araucanos y pampas, quienes eventualmente adoptaron el mate en sus propias culturas.
Cuando los españoles colonizaron América del Sur, aprendieron de los guaraníes el uso y los beneficios del mate, por lo que pronto ganó una gran popularidad entre los colonizadores. Rápidamente, la yerba comenzó a llevarse desde su lugar de origen a todo el territorio que estaba bajo dominio español.
Fueron sobretodo los misioneros jesuitas los responsables de extender el consumo de mate de una forma extraordinaria. Ellos reconocieron el enorme potencial económico que tendría su comercialización, y se propusieron investigar por qué la planta de yerba mate germinaba sólo en esta región del mundo, descubriendo así que eran las semillas pre-digeridas por los tucanes el secreto para el cultivo (Un descubrimiento que fue confirmado medio siglo después por el naturalista francés Aimé Bonpland).
Los jesuitas españoles fueron pioneros en cultivar, transportar y comercializar el mate, aunque preferían tomar mate en saquitos y no con bombillas como los guaraníes. De allí que en algún momento llegó a conocerse a la yerba mate como el “té de los jesuitas”.
A lo largo y ancho de toda Argentina, así como Uruguay, Paraguay, y el sur de Brasil, Chile y hasta Bolivia; se asentaron los “gauchos” (una especie de vaquero argentino), conocidos por su personalidad independiente, rural y pseudo nómada. Estos habilidosos jinetes habitaban las tierras que no eran utilizadas para fundar asentamientos ni ciudades, cazando el ganado silvestre introducido por los colonizadores españoles y portugueses en las llanuras. Fueron los gauchos los pioneros en preparar el tradicional asado que hoy día representa una de las tradiciones más arraigadas en países como Uruguay y Argentina.
En su contacto y convivencia con los pobladores autóctonos, los gauchos adoptaron el mate como parte de su idiosincrasia, a la par del asado, andar a caballo y su típica vestimenta de cuero. Tomaban mate en grupo, para el desayuno, para el almuerzo, la cena y antes de dormir. Consumir mate se convirtió en una tradición gaucha que aún perdura: los vaqueros se reunían para socializar con otros gauchos y era común el agua calentándose en los fogones junto al asado de carne de vaca, y el mate circulando de mano en mano.
Durante el largo proceso de la independencia de Argentina en el siglo XIX, la costumbre de tomar mate se fortaleció dentro del folclore nacional. Leer más sobre el consumo de mate en Argentina en este artículo.
Yerba mate is grown in Argentina, Paraguay and southern Brazil, where the soil, temperature and humidity are ideal (read more about the production of yerba mate here). Although countless attempts have been made to cultivate and produce yerba mate in other regions like North America, Asia and Africa; the Ilex paraguariensis refuses to grow outside the lands of the Guarani.
In Argentina, mate tea is the most consumed drink after water, without distinction of gender, age or social class. According to the National Institute of the Yerba Mate, an average of 100 liters of mate are consumed per year, per person, in Argentina. Mate is present in more than 90% of the Argentinean homes. There is a great diversity of brands in the market, Las Marías being the leader (with its main brand Taragüi) with about 20% of the national market.
Although Argentina is the largest producer and exporter of yerba mate with 54% of the global market, it is currently gaining more and more popularity outside the limits of Latin America. Today it is possible to enjoy the benefits of this natural infusion far beyond the continent: yerba mate can be ordered online and received throughout Europe and the United States (see store locator). There is even a wide variety of both traditional and innovative yerba mate products.
Furthermore, drinking mate is a cultural affair and part of the lifestyle of the producing countries. In Argentina, mate is usually drunk in groups and in rounds, as part of a social ritual; and in Uruguay it is mostly drunk individually, but literally anytime, anywhere. From the Guarani to the Millennials, the irreplaceable meaning of yerba mate remains as -or more- valid as ever for South Americans; and this goes far beyond its function as a stimulating drink.
Yerba mate is undoubtedly one of the most surprising and pleasurable discoveries the South American continent has offered the world, and more and more benefits are being discovered in addition to its extensive list of already known advantages.